domingo, 25 de octubre de 2015

Qué significa para nosotros desmunicipalizar

Este viernes pasado, nos juntamos en Puerto Natales con varios directivos y trabajadores de Corporaciones Municipales de distintas partes de Chile. En el encuentro, tenían el objetivo de discutir y aunar posturas respecto al devenir, en el corto plazo, de la administración de la educación pública, las Reformas y cómo estos organismos municipales se acomodaban a un ciclo de cambios que se asoman en el horizonte.

Uno de los temas más tocados es el futuro proyecto de desmunicipalización que propuso este Gobierno. En 1980, con el modelo de Municipalización, se empezó a resquebrajar de a poco la capacidad de la educación pública de entregar una oferta de calidad. Los municipios no estaban preparados para el desafío (en plena Dictadura, no tenían gobiernos democráticos, sus plantas por lo general, estaban muy poco profesionalizadas). Tenían muy baja capacidad de gestión y de autonomía. Cada Municipio era distinto, estaba en un territorio distinto, y tenía distintas necesidades. La Municipalización comenzó a reproducir la segregación territorial y económica. Hoy, por ejemplo, hay 264 de las 346 comunas del país gastan más recursos que los que les llegan por subvención. En muchas comunas ocurre (en Punta Arenas y Puerto Natales, por ejemplo) que cada fin de mes los municipios como empleadores, tienen problemas de caja para pagar los sueldos y las cotizaciones previsionales. 
Los municipios, además, tienen que recurrir a fondos propios para mantención de infraestructura o a fondos sectoriales (FNDR) para construcción o ampliación. En sentido estricto, la municipalización no fue en absoluto un proceso de descentralización, los municipios no deciden el currículum, no tienen autonomía financiera ni deciden los mecanismos de evaluación.
A nivel de escuelas públicas dentro de un mismo territorio, gracias a la forma de financiamiento de “subvención por cabeza”, se instala la competencia entre instituciones públicas, por la captura de matrículas, y por tanto, las prácticas de colaboración se vuelven más una excepción que una regla general.
El movimiento social por la educación en los últimos años, ha puesto este tema en agenda también entre sus demandas, avanzar en un proceso de desmunicipalización real como un engranaje importante de rearticular la institucionalidad publica y a la vez, una forma de hacer retroceder el mercado en el modelo educacional. En ese sentido, creemos que es un error verlo solo como un simple cambio de sostenedor.

Nosotros pensamos que entre los elementos importantes que debieran discutirse es la posibilidad de que tras desmunicipalizar, exista un financiamiento directo a las instituciones (que permita cubrir sus gastos operacionales) en donde la matrícula sea sólo uno de los elementos a considerar (y no el factor fundamental como es hoy día). Que  se fortalezca la democracia interna, con Consejos Escolares participativos que tengan incidencia en los currículums y el funcionamiento de la escuela. Y que por supuesto, que el cambio no se convierta en una nueva deuda histórica y que los/as trabajadores (profesores y asistentes de la educación) recuperen su estado de empleados públicos. 


Lo que en la reunión de Corporaciones Municipales se dejaba entrever, es que nuevamente, ad portas de grandes modificaciones y reformas al sistema educacional, el Gobierno más que certezas, ha levantado incertidumbre y dudas respecto a cómo se llevará el proceso. Nuevamente los actores sociales se sienten afuera pero lo importante, todavía estamos a tiempo de corregirlo. Al menos nosotros, siempre estaremos dispuestos a ser parte de un diálogos social amplio para mejorar la educación pública de nuestra región. 




1 comentario:

catasifra@gmail.com dijo...

Buen análisis de la desmunicipalización de la educación. Respecto a que los presupuestos no alcanzan para financiar a los colegios, discrepo un poco, ya que por lo menos en la ciudad que vivo; región de Coquimbo, los profesores de La Serena tienen al municipio por no pago de sus imposiciones durante el año 2015, demostrando ellos que los recursos si le llegaban, además en la ciudad Coquimbo, tienen presupuestos SEP que desvían y no gastan en su totalidad en sus destinos. Ahora mi pregunta es que si existiera una buena administración podrían re distribuir los ingresos para hacer los recursos más eficientes.
Todo esto desde mi ignorancia, no se si se puede hacer esto?